CORAZÓN
Sabes, que quizás si lo sepas
y aunque fatiga y gasta
dulces palabras pronunciadas suenan
como si campanas resonarán
continuamente hora tras hora.
¿Gasta oírlas?, ¿fatiga escucharlas?
Oh quizás... si regocija el alma
¿Cuál alma?, la mía o tuya
quizás la mía, o tal vez...
también la tuya.